¿Qué Clase de Santos Estamos Produciendo?

 

Escrito por Pastor Otoniel Font

En Tito 2:14, dice la palabra del Señor, que Jesucristo se dio por nosotros, para purificar para sí un pueblo celoso de buenas obras.

Hay quienes quieren ver una iglesia sin mancha y sin arruga, y todo lo espiritualizan, y una iglesia sin mancha y sin arruga es una iglesia celosa de buenas obras, celosa de obrar bien, de actuar bien, de vivir una vida digna delante de Dios, con pasión de hacer las cosas como se deben hacer.

Si tú quieres que tu comunidad cambie, tú tienes que involucrarte en la comunidad. Eso es lo que hace un cristiano. Otros pasan y ni saludan, pero entonces pretenden que la gente se convierta, que la comunidad cambie, cuando no están siendo celosos de buenas obras.

Cuando hacemos buenas obras no es para que nos aplaudan, sino para que nos imiten. No seas tan espiritual, pero sé buen ciudadano. No seas tan espiritual, pero ten una mejor actitud, ayuda a la gente, cambia tu manera de pensar, sé celoso en hacer las cosas bien. Eso es lo que la iglesia tiene que enseñar. Eso fue lo que Cristo dijo, que enseñáramos a que guarden sus mandamientos.

En Efesios 4:11, dice que el Señor constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros. Y en el próximo verso vemos el propósito con el que lo hizo: a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

La iglesia se tiene que preguntar: ¿Qué clase de santos estamos levantando?

Este es el tiempo de los santos, no de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros. El trabajo de la iglesia es perfeccionar a los santos, y la manera en que Dios examina el trabajo de la iglesia es por la clase de santos que está formando. ¿Estamos formando santos con odio, llenos de coraje? ¿O santos de amor, que vivan una vida de carácter?

Hay ministros que se enfocan en levantar los ministerios, y no en levantar los ministros para los ministerios.

La gente se queja de los políticos que tenemos, pero esos políticos han salido de las mismas escuelas que hemos salido nosotros. Se quejan de los policías corruptos, pero estos salen de la misma escuela que salen tus hijos, de la misma universidad a la que fuiste, del mismo barrio donde naciste. Si arreglamos el barrio, arreglamos lo que sale.

La gente se queja de algunos pastores y ministros, pero estos salen de las mismas sillas en las que te sientas cuando vas a la iglesia. Si queremos arreglar el altar, no hay que arreglar el altar, sino los asientos de los que salen los que se paran en el altar.

Si queremos arreglar nuestros líderes, tenemos que arreglar la sociedad de donde salen, y arreglar la sociedad es trabajo de todos nosotros, es trabajo de la iglesia.

Dios quiere santos sobrios, que vivan justa y piadosamente. ¿Qué Clase de Santos Estamos Produciendo?