Escrito por Pastor Otoniel Font
Cuando tienes grandes sueños, enemigos se levantan. José todavía no había llegado al palacio de Faraón, y sus hermanos lo estaban vendiendo. Un sueño provocó que se levantara envidia en la vida de sus hermanos. El favor y la gracia de su padre – Jacob – hacia José, cuando le regaló aquella túnica, hizo que se levantara el odio de aquellos que estaban a su alrededor.
Es imposible tener éxito, tener sueños y tener visiones, y no tener enemigos.
Jabes pidió en su oración: Y si me libraras del mal. Jabes estaba pidiendo protección contra aquellos que maquinaban en contra suya.
Dios te va a proteger de aquellos que te quieren hacer daño.
Jesús enseña a sus discípulos a orar, y una de las peticiones en aquella oración es: Y líbranos del mal.
No hay alguien que triunfe y tenga éxito, sin que se levanten enemigos en su contra. Busca en la biblia, y tan pronto veas a alguien ungido, verás a su enemigo. Busca a Abraham, y te darás cuenta que Lot fue su problema, y los reyes de aquellas ciudades. David tuvo de enemigo a su padre, a su jefe, a su esposa, a sus hermanos. Sansón tenía enemigos. Elías tenía a Jezabel como enemiga.
Tan pronto se levanta la unción sobre tu vida, y alguien la puede ver, también la ven tus enemigos. Tan pronto se levantó la estrella sobre Jesús, Herodes quería matarlo. Si naciste bajo la estrella, hay alguien que maquina en tu contra, pero también hay alguien que va camino a bendecirte.
Los maquinadores del mundo lo que creen es que ellos son capaces de detener lo que Dios va a hacer contigo. Por eso no lo debes tomar personal. Dios lo toma personal. El que se mete contigo se mete con Dios.
Quizás has tenido en tu vida a alguna persona a la que no le caes del todo bien, y te preguntas por qué. Y tienes que entender que esa es la marca de que tú has encontrado que hay algo por lo cual tú has nacido. Sobre tu vida hay una estrella que está alumbrando el camino con su luz, pero esa luz le está marcando el camino a todos: a los que quieren bendecirte, y a los que quieren terminar con tu vida.
Pero Dios quiere librarte del mal. Pídele a Dios que te libre del mal, para que tú no te dañes
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