Esta es, pues, la parábola:
La semilla es la palabra de de Dios.
Lucas 8:11
Jesús describió la palabra como una semilla, la fuente de toda salvación y crecimiento espiritual dados por el Padre a la humanidad, todo crecimiento de la vida dentro de su amor viene por la palabra.
Mientras la respuesta humana abre camino a sus bendiciones. una vez recibida, la palabra de la promesa divina jamás queda estéril, el poder de la palabra permitirá que se cumpla la promesa que en ella encierra.
La palabra de Dios nunca será infructífera o estéril,
¡EN ELLA RESIDE EL PODER QUE LE DA VIDA!